Resolución emitida por la Asamblea de Participación Ciudadana sobre la Perspectiva de la Campaña Electoral
Asamblea General PC demanda mejorar la calidad de la campaña electoral
Como cada cuatro años, los dominicanos y dominicanas nos acercamos al momento en el cual debemos acudir a las urnas para escoger, de manera pacífica, a nuestros representantes en el gobierno de la nación.
Este proceso es fundamental en la determinación de la naturaleza democrática del sistema político dominicano. Pero, como sabemos todos, no empieza ni termina con el ejercicio del derecho al voto el próximo 16 de mayo. Aunque la votación es el momento en que se pone de manifiesto la decisión de la ciudadanía, democracia implica también el proceso de construcción de esa voluntad.
Una de las grandes luchas de la democracia dominicana ha sido la que procuró dar sentido al voto. Participación Ciudadana está consciente de esto y es por ello que su acercamiento a las elecciones es integral, no se limita a la simple constatación de que los votos se cuenten bien. Es importante también que la campaña electoral cumpla con la función que le corresponde: servir de un marco en el cual se debaten ideas de manera libre para que los ciudadanos puedan formarse la opinión que manifestarán en las urnas.
La limpieza en el conteo de votos es importante, y un gran triunfo de la sociedad dominicana. Pero de poco sirve si no es la culminación de un proceso de intercambio democrático. No puede desdeñarse el valor formativo y de consolidación democrática que tienen las campañas electorales. Son, en buena medida un barómetro tan importante de la calidad de la democracia como la votación.
Lo que sucede en los meses y semanas previas a la votación es un punto de interés que no puede ser soslayado. Particularmente si de lo que se trata es de evitar que hechos ocurridos durante esta etapa resten calidad a la votación o, incluso puedan condicionarla en forma ilegítima. Todos los actores y actoras del proceso electoral tienen que respetar las reglas del juego y poner de su parte para robustecer la democracia dominicana.
Participación Ciudadana entiende que la primera y más elemental medida que deben tomar los candidatos es elevar el nivel del debate y eliminar los insultos y las descalificaciones personales que no aportan nada al debate nacional. Muy por el contrario, desincentivan la participación de la ciudadanía y evitan que la discusión se centre en los grandes retos que tiene ante sí la sociedad dominicana.
No es posible hablar sensatamente de educación, seguridad social, seguridad ciudadana o salud si los candidatos y sus colaboradores utilizan su puesto privilegiado en el foro nacional para descalificarse mutuamente. El ruido ahoga la sustancia.
Otro de los grandes retos es la eliminación del uso y abuso de los recursos del Estado en las campañas políticas. Las arcas del Estado tienen como objetivo solucionar los problemas que aquejan a la ciudadanía. Es grave la forma en que esos recursos se desvían en nuestro país para favorecer candidaturas.
Debe ser objetivo de todos los dominicanos, y lo es de Participación Ciudadana, esforzarnos porque ninguno de los candidatos utilice para su provecho los recursos que pertenecen a todos los dominicanos y dominicanas. Es inexcusable que esta práctica siga en vigencia y peor es el hecho de que aparenta estarse ampliando. También resulta preocupante el mal uso que se da a los recursos que se entregan a los partidos a fin de que puedan llevar a cabo la campaña electoral en condiciones de igualdad. Estos, en muchas ocasiones, se despilfarran o se malgastan en prácticas clientelistas. El mal uso de estos recursos desvirtúa las razones por las cuales se entregan en primer lugar. Debe existir un mayor control sobre la forma en que se invierten durante la campaña.
En esta ocasión, como en la anterior, el proceso electoral se ve afectado por el hecho de que el Presidente se ha presentado para la reelección. La lógica y cultura política dominicana hacen que esto complique aún más los retos que implica el proceso electoral. No puede negarse que la presencia del Presidente de la nación como contendor ejerce una gran presión sobre sistemas democráticos débiles como el nuestro. Por lo tanto, en cualquier ocasión que el Presidente de la República es candidato es necesario que los ojos de la ciudadanía estén particularmente atentos al desarrollo de la campaña y las elecciones.
La historia reciente nos asegura que así será. Participación Ciudadana es sólo parte de una tradición cívica de la cual el pueblo dominicano puede sentirse orgulloso. Desde la caída de la dictadura trujillista la ciudadanía dominicana ha demostrado que tiene capacidad para votar pacíficamente, demostrando que las elecciones pueden ser una verdadera fiesta para la democracia.
Finalmente, es importante que las instituciones encargadas de llevar a buen término este proceso lo hagan de acuerdo a la letra de la ley y el espíritu de la justicia. La Junta Central Electoral tiene ante sí una responsabilidad de trascendental importancia. Por lo tanto, debe cumplir con su función sin verse afectada por factores ajenos al ideal democrático. De esta forma, no sólo tiene que actuar con responsabilidad, sino que, al hacerlo, debe contar con el apoyo de la ciudadanía.
La labor de las instituciones estatales y la vigilancia ciudadana son los elementos esenciales para evitar que se repitan las lamentables experiencias históricas de las comisiones de notables y la intervención de órganos extranjeros para saldar crisis electorales.
Participación Ciudadana está consciente de los retos que esto implica y por eso, como en cada proceso electoral, acude al llamado de la acción cívica. Lo hace con la conciencia de que, al colaborar con el esfuerzo de hacer caminar el sistema democrático, lo hace acudiendo al llamado cívico al cual todos y todas debemos responder.
No podemos concluir sin antes hacer un llamado a todos los dominicanos y dominicanas a ejercer su derecho y su deber de votar el próximo 16 de mayo.