Sociedad civil y movimientos sociales quieren una Policía honesta y con salario digno.
Un conjunto de organizaciones pertenecientes a la sociedad civil y a los movimientos sociales, en el marco del “Diálogo Ciudadano” auspiciado por la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), el Centro Juan XXIII, la Fundación Vanessa, la Mesa de Transparencia del Foro Ciudadano y Participación Ciudadana, abogaron hoy por una Policía honesta, transparente, formada, que disfrute de un salario digno y de derechos civiles y políticos.
La demanda fue hecha durante la reunión de la Coalición por la Seguridad Ciudadana y la Reforma Policial, que está integrada por un conjunto de organizaciones de la sociedad civil, altamente preocupadas por los sucesos violentos que ocurren en el país y por sus causas.
En la actividad, las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de Roberto Álvarez, coordinador general de Participación Ciudadana. En tanto que Servio Tulio Castaños, vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), realizó un análisis del contexto de la reforma policial ponderando las fortalezas de la propuesta de Ley Orgánica de la Policía Nacional, así como también los aspectos que hay que mejorar.
Además, el general de brigada de la Policía, Nelson Rosario Guerrero, disertó acerca de los retos y perspectivas de una nueva Policía ante la Reforma Policial dentro del contexto de la Constitución del 2010.
Posturas de las entidades. El Comité por la Defensa de los Derechos Barriales, COPADEBA, abogó por una Policía con disciplina, honesta y que tenga un salario digno.
En tanto que la Confederación Nacional de la Unidad Sindical, CNUS, representada por Pepe Abreu, explicó que es necesario mejorar los salarios, los sistemas de salud y los riesgos laborales.
La Red Nacional de Acción Juvenil (RNAJ) señaló que más que una reforma policial, se debe realizar un cambio estructural de todo el modelo y enfocarlo hacia una visión de respeto a los derechos humanos, prevención de las comisiones delictivas de los ciudadanos, de la profesionalización de sus miembros, de respeto a sus derechos individuales y colectivos (organizarse, asociarse, a votar, a manifestarse socialmente, tener mejores condiciones laborales).
“La nueva Policía Nacional, debe subrayar su carácter subordinado a lo civil, rompiendo con su práctica militar, represiva, autoritaria. Redefiniendo su estructura jerárquica, saneando sus altos mandos, los cuales no responden a una visión apegada a los principios democráticos, sino a estructuras históricas del trujillismo-balaguerismo”, agregaron los jóvenes de la Red Nacional.
De su lado, la Fundación Justicia y Transparencia (FJT), representada por Trajano Vidal Potentini invitó a la Policía Nacional a la necesaria transparencia y rendición de cuentas que deben tener todas las instituciones del Estado. No obstante, aclaró que con sus afirmaciones no quiere decir que la Policía Nacional no sea transparente, sino que es necesario un proceso de reforma que nos lleve al carácter perceptible del mismo.
La Alianza Proseguridad Ciudadana también dio a conocer su posición sobre la reforma policial. En este sentido reclamó el reconocimiento de los derechos de los miembros de la Policía Nacional, salarios dignos, jornadas de trabajo decentes, derecho a la sindicalización, derecho al voto, entre otros.
En este orden, Muchachos y Muchachas con Don Bosco solicitaron que la Policía Nacional respeto a los menores de edad, que cumpla con los estándares internacionales y los derechos establecidos en el Código de Niños, Niñas y Adolescentes.
Asimismo solicitaron una mayor atención a la Policía Nacional por parte del Estado dominicano, ya que no pueden operar con salarios bajos y condiciones precarias.
Finalmente, la Articulación Nacional Campesina (ANC) reafirmó el reclamo de todos de que la Policía tiene que ser saneada pero los miembros del gobierno también. “En muchas ocasiones la Policía Nacional agarra un preso pero el gobernador lo manda a soltar”, concluyeron.
En la actividad fueron presentados los resultados del Primer Informe del Observatorio Ciudadano a la Policía Nacional, a cargo de Rosalía Sosa Pérez, directora ejecutiva de Participación Ciudadana.
Posición de especialistas. Al encuentro también asistieron algunos especialistas en el tema. Tal es el caso de la antropóloga Tahira Vargas, quien propuso acciones para el fortalecimiento de la Policía Nacional, tales como capacitación y entrenamiento, monitoreo y evaluación de la acción policial en los barrios y el necesario monitoreo externo cada tres meses.
También consideró importante el uso de mecanismos de relación Policía-fiscalías barriales- ayuntamientos, trabajar la identidad cultural de la comunidad sobre el agente policial, eliminar el sistema de cobro de cuotas sobre microtráfico, a las discotecas, a los billares a los centros nocturnos y masajes, a las trabajadores sexuales, a los car wash, entre otros, para erradicar la corrupción.
De su lado, el especialista en seguridad ciudadana, Daniel Pou reconoció la importancia del diálogo para la sociedad dominicana sobre temas tan importantes, pero subrayó que las leyes se realizan para la adecuación de las políticas públicas y que el proceso actual se está iniciando al revés, advirtiendo que lo que se debe hacer es adecuar la Policía Nacional a las demandas de la ciudadanía.
Pou criticó la ausencia en las vistas públicas del Ministerio de Interior y Policía, ya que la Policía Nacional está subordinada a ese Ministerio y éste órgano no ésta cónsone con todo lo que se habla sobre el alcance real y efectivo de la reforma policial.
Propuso además incluir un representante de la sociedad civil en el Consejo Superior Policial para que se cambie la cultura de la verticalidad por horizontalidad entre la ciudadanía y la uniformada.
Periodico Hoy.