A pesar del esfuerzo desplegado, los resultados todavía no se han concretizado en cambios fundamentales en el sistema político y en la reducción de la corrupción e impunidad, como fue nuestro sueño al crear esta organización en 1993. Sin embargo, debemos resaltar que sí se ha logrado avances significativos en la creación de conciencia sobre el daño que hace la corrupción y en poner este cáncer nacional en la mira de todo el pueblo y la comunidad internacional. El respaldo recibido por la Marcha verde y la importancia que ha adquirido el tema corrupción en las encuestas nacionales así lo demuestran, al pasar de alrededor de la posición número catorce a la segunda o tercera, compitiendo con la inseguridad ciudadana y el alto costo de la vida. Hoy en día, son pocos los que no ven la relación que existe entre estas tres problemáticas, aunque todavía está por lograrse que esa conciencia colectiva sea efectiva y se traduzca en los cambios por los que tanto hemos luchado.