La corrupción no es tema de campaña
Marina Hilario
Tradicionalmente los dominicanos y dominicanas estamos acostumbrados a que los temas de campaña de quienes aspiran a ocupar posiciones públicas (salvo honrosas excepciones), se concentran en aspectos que van a dirigidos a la solución de los problemas de subsistencia de los sectores mas empobrecidos del país, que son la mayoría de la población, por lo tanto en la lógica de la obtención de votos esta parece ser una estrategia importante.
Generación de empleos, incentivos para la micro y mediana industria, rebaja de artículos de primera necesidad, Subsidios en diferentes renglones, arreglo de calles, reparación de escuelas, equipamiento de hospitales y arreglo de cañadas, entre otras; son considerados puntos básicos de los y las candidatos y candidatas, cuando se trata de convencer a los electores.
Tal parecería que los dominicanos y dominicanas no tenemos otras preocupaciones y que temas tan importantes como el de la corrupción pública no existe o es un problema irrelevante; a pesar que el mismo se ha convertido en uno de los problemas que más afecta a las instituciones democráticas ante el impacto negativo que tiene en la vida de los ciudadanos y ciudadanas y la democracia.
El interés de la población en el tema puede medirse a partir de los resultados de la III Encuesta Nacional de Cultura Política y Democrática, publicada recientemente por Isis Duarte y Ramonina Brea, donde el 94% de los encuestados tienen la percepción de que la corrupción es un asunto grave.
La ausencia de transparencia en los actores públicos se ha convertido en una de las principales causas de negación de apoyo de la población a la democracia .
Los problemas de corrupción en nuestro país están vinculados a la falta de instituciones fuertes, clientelismo en la burocracia gubernamental, debilidad en la aplicación de los marcos legales y su adaptación, el “patrimonialismo”, soborno e ineficientes controles, falta de aplicación e incumplimiento de las normas y reglamentos, y la débil participación ciudadana.
Nadie discute que la erradicación de la corrupción no es un problema de corto plazo, pero sí un tema de agenda que debe ser abordado rápidamente desde las diferentes dimensiones establecidas en la declaración final de la Conferencia sobre “Transparencia para el Desarrollo”, celebrada en mayo de 1999, durante el Consejo de Presidentes y Primeros Ministros de las Américas, donde se identificaron como antídotos contra la corrupción la información, compromiso de liderazgo, acción colectiva y reglas claras.
A pesar que el problema debe ser enfrentado de manera conjunta y de manera integral por los diferentes actores de la sociedad. El Congreso y los ayuntamientos son dos instancias fundamentales para avanzar en la disminución de dicho mal, por lo que no se justifica que los actuales candidatos y candidatas, dediquen tan escaso espacio a presentar sus propuestas en un tema como este.
En el caso del Congreso las propuestas a promover deben ser con mas claridad, si tomamos en cuenta que existen una serie de iniciativas legislativas en carpeta que buscan crear mecanismos, reglas y sistemas mas transparentes para el ejercicio de las funciones públicas, y de las cuales no hemos escuchado referencia de parte de los candidatos y candidatas a senadores/ as y diputados/ as.
Las principales iniciativas legislativas que se cuentan son:
a) El proyecto de ley de contratación para el diseño y ejecución de obras y servicios delEstado, presentado por el CODIA.
b) Los anteproyectos que abordan el tema del Presupuesto Nacional.
c) El anteproyecto que aborda las iniciativas de independencia de la Contraloría General de laRepública.
d) El proyecto de ley entregado al congreso para crear una fiscalia nacional anti corrupción.
e) La propuesta de ley de acceso a la información publica
Nadie podrá negar la importancia de dichas propuestas, que van dirigidas principalmente a disminuir la discrecionalidad de los funcionarios, disminuir la impunidad y aumento de la credibilidad de la democracia; .por lo que no entendemos por que han sido ignoradas y no forman parte del debate de ciudadanos y ciudadanas que son los mas llamados a orientar el debate político.